Increíbles vistas del río y un servicio excepcional.

Reseña justa

El edificio es una joya histórica, bien conservado junto al río y con un paseo encantador. Sin embargo, la falta de ciertos amenities, como un escritorio, y el mal aislamiento son aspectos a considerar. El personal es muy amable y el desayuno es de calidad, aunque no es buffet. Otra visita sería interesante.

El apartamento es grande, cómodo y

muy bonito, con una atención de la anfitriona excepcional. La ubicación es ideal, cerca del río y del hermoso paseo. La historia del lugar como antigua curtiduría añade un encanto adicional. Sin embargo, las bañeras podrían actualizarse un poco.

la experiencia en el hotel fue decepcionante, casi pensé en dejar una buena reseña, pero después de escuchar el crujido del suelo toda la noche y la falta de luz, me pareció un abuso. esperé un gesto de cortesía por el frío y solo recibí edredones en lugar de calidez humana.

Recomiendo preguntar a Mónica por actividades locales, ya que ofrece excelentes sugerencias personalizadas y conoce muy bien la zona.

El lugar es muy bonito y acogedor, con un excelente desayuno casero. La atención fue amable y servicial, siempre dispuestos a ayudar. Sin embargo, los suelos crujen bastante y la calefacción se apagó a medianoche, lo que nos hizo pasar frío la primera noche.

La ubicación era maravillosa, justo al lado del río, lo que creaba un ambiente tranquilo y relajante. El edificio tiene un encanto especial, conservando su estructura original y ofreciendo una decoración cuidada que realza su historia. Además, el servicio fue excepcional. Mónica nos hizo sentir como en casa y nos brindó excelentes recomendaciones sobre actividades locales.

Sin embargo, el acceso a las habitaciones era algo complicado debido a los escalones en el pasillo.

El lugar es encantador y silencioso, ideal para una escapada. El edificio tiene un estilo antiguo que lo hace único y cada rincón parece contar una historia. La atención fue impecable, todo muy cuidado.

Pero ¡ay! esos suelos crujen más que una bolsa de patatas en un baile.

Edifici preciós al cor d'Allariz, tracte molt amable de Mónica. Ubicació ideal al costat del riu, amb un passeig que val la pena. Ha estat una experiència que repetiríem, llàstima dels sòls que crugien una mica.

La construcción es impresionante y se respeta la historia de la curtiduría. La ubicación es inmejorable, con un acceso directo al río y la posibilidad de aparcar gratis justo en la puerta del hotel.

Los problemas de sonido son notables. se oyen los pasos de otros huéspedes, lo cual puede hacer que no se descanse bien. Las habitaciones son bastante simples, con un mobiliario poco atractivo y mal aislamiento. Además, la bañera carece de tapón, y las comodidades son mínimas, solo un dispensador de jabón. Al llegar, notamos que la calefacción se apagaba a medianoche y pasamos frío la primera noche, aunque luego trajeron edredones.

amplias vistas y comodidad

El edificio tiene un encanto único con su piedra rehabilitada y una decoración cuidada. Las camas son muy cómodas, lo que asegura un buen descanso después de un día explorando. La atención de Mónica fue excepcional, brindando recomendaciones acertadas para actividades locales que no nos decepcionaron.

El acceso a la habitación era un poco complicado debido a los escalones en el pasillo.

la ubicación es top, justo al lado del río y con vistas brutales. el edificio es una joya, conserva la historia y tiene un encanto único. la atención de mónica fue increíble, siempre dispuesta a ayudar y dar recomendaciones chulas. el desayuno estaba muy bien, todo casero y rico. la tranquilidad del lugar es perfecta para relajarse.

las habitaciones son pequeñas y los suelos crujen demasiado, te despiertan si caminan.

Los desayunos estaban llenos de frutas frescas de temporada, ¡una delicia! Además, la atención de Mónica fue excepcional, nos hizo sentir como en casa. Disfrutamos de la tranquilidad del entorno, ideal para escapar del bullicio. No puedo dejar de mencionar el ambiente del pueblo, lleno de historia y orgullo, justo como a mí me gusta.

No puedo pensar en nada que hubiera hecho nuestra estancia más placentera, todo brillaba. Quizás las bañeras podrían actualizarse un poco, pero bueno, eso no le quita lo bonito al lugar.

Fue una opción decente para unas minivacaciones en Allariz con una extraordinaria relación calidad-precio. La atención del personal fue muy amable y siempre dispuestos a ayudar. Si puedes, pregunta sobre el desayuno casero, ¡estaba riquísimo!